Nutrición y Enfermedad renal crónica (ERC)

La ERC, que deriva en enfermedad renal en etapa terminal, es un problema de salud global.

La ERC, que deriva en enfermedad renal en etapa terminal, es un problema de salud global. Se asocia con las principales funciones metabólicas debido a la acumulación de toxinas urémicas, acidosis metabólica, anormalidades de lípidos, metabolismo mineral y óseo, resistencia a la insulina, anemia, deficiencia de vitamina D, disfunción musculoesquelética y muchas otras.

La dieta hipercalórica del mundo occidental, caracterizada por un contenido alto de proteína animal y baja ingesta de frutas y verduras ha impulsado el aumento de todas las enfermedades crónicas, como la ERC. Esta combinación de nutrientes da lugar a una alta producción neta de ácidos endógenos que exigen a los riñones trabajar más para poder evitar la acidosis. La alta ingesta de proteína animal también interfiere con la capacidad del glomérulo de protegerse de los cambios de la presión arterial.

A muchos pacientes afectados con la ERC les preocupa principalmente la insuficiencia renal y la diálisis, sin embargo, debido al elevado riesgo de contraer una enfermedad cardiovascular que acompaña a esta enfermedad, la gran mayoría no vivirá lo suficiente para necesitar una terapia de reemplazo renal.

En un esfuerzo por detener el alto riesgo cardiovascular y la evolución de la ERC, una de las medidas que propone la comunidad nefrológica es cambiar la nutrición.

Dieta de los pacientes renales en etapas prediálisis

La nutrición es una parte importante del plan de tratamiento, por lo tanto, es crucial comprender la importancia de seguir una dieta saludable para los riñones aconsejada por su nefrólogo o dietista cuando se le diagnostique una ERC. El plan de nutrición correcto ayudará a controlar su presión arterial (y la diabetes, si fuera su caso) y se ajusta de acuerdo a su etapa de ERC, tamaño corporal, síntomas, edad, nivel de actividad y otras condiciones de salud.

El papel de la ingesta de proteína y fósforo en la dieta de los pacientes renales

La proteína es uno de los componentes principales que su cuerpo necesita para crecer, curarse y mantenerse saludable. Tener muy poca o demasiada proteína puede ser un problema. Para mantenerse saludable y ayudarlo a sentirse lo mejor posible, es posible que necesite ajustar la cantidad de proteína que ingiere.

La ingesta sugerida de proteína depende del tamaño de su cuerpo, el nivel de actividad y sus problemas de salud. El propósito de una dieta para ERC es retardar la evolución de la enfermedad renal mediante la disminución de la ingesta de proteína, especialmente en pacientes proteinúricos. Respecto a la dieta prediálisis para ERC, la Fundación Nacional del Riñón (NKF) recomienda 0,6 - 0,8 g de proteína por kg de peso corporal.

Es importante indicar que el 50 % de la ingesta de proteína en pacientes de ERC deberá ser de alto valor biológico, por ejemplo, huevos blancos.

Debido a que los riñones se tornan menos eficientes para filtrar productos residuales, pierden la capacidad de excretar fósforo, por lo tanto, el nivel de fosfato en la sangre se eleva. Cuando esto sucede, se extrae el calcio de los huesos, lo que conlleva el riesgo de calcificaciones endovasculares y finalmente, un mayor probabilidad de muerte.

La ingesta de fósforo está directamente vinculada con la ingesta de proteína. Recientemente, estudios han demostrado una mayor absorción de fósforo inorgánico. Esto significa que, salvo que se ingiera menos proteína, deberá recomendarse a los pacientes de ERC evitar todas las fuentes posibles de fósforo inorgánico, las que se encuentran en los aditivos de los alimentos y en alimentos con conservantes, como la comida rápida. Asimismo, el fósforo orgánico que se encuentra en los productos animales y vegetales es muy recomendable debido a que se absorbe menos en los intestinos (40%).

La comunidad nefrológica ha propuesto incluir el contenido de fósforo y proteínas en las etiquetas de los alimentos, de manera que los pacientes puedan conocer la carga en todos los productos comestibles.

El papel de la glucosa y la ingesta de sodio en la dieta de pacientes renales

Es muy frecuente que los pacientes renales padezcan de diabetes o hipertensión. Por consiguiente, resulta esencial llevar un monitoreo estrecho de los cofactores de alteración metabólica de los pacientes, como el control de la glucosa en la diabetes y la ingesta de sodio en la hipertensión.

Los pacientes con ERC también son más propensos a la hipoglucemia o el bajo nivel de azúcar en la sangre, por lo tanto su dosis de insulina debe ajustarse cuidadosamente.

Debe darse la misma atención a la ingesta de sodio, debido a la disminución de la capacidad de las nefronas de controlar el equilibrio de sodio, ya por exceso o agotamiento. Aun cuando no se agregue sal durante la cocción, todavía puede encontrarse sodio en otras fuentes de alimentos, especialmente en los alimentos envasados y procesados. El sodio absorbe los líquidos, nos hace sentir sed y beber más. En consecuencia, la ganancia de peso por líquidos se eleva, lo cual incrementa la presión arterial.

Ingesta de calorías para pacientes de ERC

El control de la ingesta de calorías también es fundamental para que los pacientes renales eviten el riesgo de malnutrición y anorexia urémica (lo que puede ocurrir en etapas más avanzadas de la ERC). La cantidad de calorías propuesta para pacientes en la etapa prediálisis debe ser de aproximadamente 30 kcal por kg de peso corporal.

Directrices para la nutrición y el bienestar de pacientes de ERC, en un vistazo

  • Control de la ingesta de proteínas de alto valor biológico (0,6 g- 0.8 g por kg de peso corporal]
  • Deberá alentarse a los pacientes a evitar alimentos con aditivos y preservantes como comidas rápidas e incorporar una dieta mediterránea adaptada a su estado clínico
  • Una ingesta baja en fósforo es crucial y puede lograrse no solo con una ingesta baja en proteínas sino con fuentes vegetales y animales de fósforo
  • La ingesta de fósforo propuesta es de 1000 mg por día
  • La dieta para ERC debe personalizarse tomando en cuenta la causa principal de la insuficiencia renal, la guía de nutrición global de la NKF y la condición socioeconómica del paciente
  • Existen medidas específicas disponibles para monitorear el estado nutricional de cada paciente de ERC, como el índice de masa corporal sin grasa, que señalan la gran importancia del seguimiento estrecho por parte de un equipo combinado de nefrólogos, endocrinólogos y dietistas expertos

Nutrición y enfermedad renal en etapa terminal

Dieta de pacientes renales en hemodiálisis

Desde las primeras tentativas del tratamiento a principios de la década de 1960, la pregunta clave sobre la nutrición para los pacientes de hemodiálisis siguiendo siendo una cuestión de controversia. Los estudios han demostrado que las estrictas restricciones en materia de dieta pueden plantear el riesgo de malnutrición para pacientes de diálisis, lo que incrementa el riesgo de una mayor mortalidad, como lo demuestra el síndrome de MIA (malnutrición, inflamación, acidosis).

Nefrólogos, especialistas sanitarios, así como dietistas sugerirán una dieta específica para pacientes de ERC en etapa terminal, que difiere ligeramente de la dieta prediálisis.

Nutrición para pacientes de hemodiálisis: el papel de la ingesta de proteína

Para los pacientes de hemodiálisis es importante compensar las pérdidas de proteína durante el procedimiento de diálisis, evitando a la vez la malnutrición. Esto puede lograrse con una ingesta de proteína de 1 g por kg de peso corporal (en lugar de 0,6 - 0,8 g por kg de peso corporal).

Las proteínas recibidas deben ser de alto valor biológico para que los pacientes eviten un balance positivo de fósforo y altos contenidos de lípidos. Un caso de este tipo podría empeorar las alteraciones del colesterol y los triglicéridos de la insuficiencia renal, que actúan en sinergia con otros factores aterogénicos no tradicionales e incrementan el riesgo cardiovascular.

Si lo anterior no pudiera lograrse con la dieta, ahora están disponibles suplementos dietéticos especiales que pueden recetarse y usarse solo bajo la supervisión de un nefrólogo y un dietista experto .

La importancia del balance de potasio, sodio y fósforo en la dieta de los pacientes de hemodiálisis

Cuando se trata de la nutrición de pacientes de hemodiálisis, la baja ingesta de potasio, sodio y fósforo resulta crucial.

Potasio

El potasio es un mineral que controla la función de los nervios y músculos, ayuda a su corazón a latir con normalidad y mantiene el nivel de pH y el balance de líquidos y electrolitos. Un aumento de potasio en el suero de los pacientes puede ponerlos en serio riesgo, especialmente durante los días entre sesiones de diálisis. Si tiene ERET, puede acumularse fósforo en su sangre, ralentizar su pulso y causar náuseas, debilidad y entumecimiento.

Informarse sobre el contenido de potasio en los alimentos es igualmente importante, en tanto que necesitará tomar decisiones conscientes sobre qué tipos de frutas o vegetales puede consumir, cómo preparar sus alimentos (p. ej., doble cocción y extracción del jugo restante de los vegetales), determinar qué alimentos con alto contenido de potasio puede comer en pequeñas cantidades, etc.

Sodio

Es importante minimizar la ingesta de sodio y evitar aditivos en los alimentos y comidas rápidas porque de esta manera se reduce el incremento del volumen de sangre que ocurre en ERET y que ocasiona el aumento de la presión arterial, el engrosamiento del músculo cardíaco (hipertrofia cardíaca) e incluso el incremento de la mortalidad cardiovascular. Puede obtenerse un buen resultado de pronóstico con una ingesta controlada de agua y sodio.

Fósforo

El fósforo es un mineral esencial que actúa con el calcio y la vitamina D para mantener sus huesos y tejidos sanos. Cuando recibe diálisis, el fósforo puede acumularse en su sangre y dar lugar a una enfermedad ósea o la calcificación de los tejidos en el corazón, las arterias, las articulaciones la piel o los pulmones. También puede incrementar indirectamente la mortalidad, actuando en conjunto con el hiperparatiroidismo secundario (o exceso de PTH en el torrente sanguíneo debido a hiperactividad de las glándulas paratiroideas agrandadas). El control de fósforo probablemente es uno de los factores determinantes más importantes de una dieta exitosa para la enfermedad renal en etapa terminal (dieta ERET). Es fundamental que usted conozca diversos alimentos que son ricos en fósforo, como los productos lácteos, el pescado, las bebidas con preservantes (como colas), aditivos presentes en alimentos procesados, etc.

Los pacientes de hemodiálisis con alta ingesta de proteína también corren el riesgo de presentar un balance de fósforo positivo, en tanto que el fósforo es una parte constitutiva de todas las proteínas. Ni siquiera un calendario de diálisis diario puede eliminar más de 500 mg-700 mg de fósforo por sesión, por lo tanto, la única forma de controlar la hiperfosfatemia es mediante una combinación de diálisis, fármacos y dieta.

Debe tenerse en cuenta que los pacientes de ERET también deben evitar la ingesta excesiva de grasa y que sus dietas deben adecuarse al control metabólico alterado.

Puntos clave para la nutrición y el bienestar de pacientes ERET, en un vistazo

  • Las dietas para los pacientes en la etapa de diálisis deben ser elaboradas por un equipo de expertos de diversas especialidades (como un nefrólogo, un dietista, etc.]
  • La dieta debe personalizarse con base en las necesidades de cada paciente, su condición de salud y su situación socioeconómica
  • Deben tomarse en cuenta todos los parámetros para evitar la malnutrición
  • La ingesta de calorías debe ser igual a aproximadamente 35 kcalpor kg de peso corporal
  • La dieta debe ser baja en fósforo, sodio y potasio
  • Debe informarse a los pacientes sobre qué consumir y cómo prepararlo
  • Se recomienda encarecidamente monitorear estrechamente la nutrición de los pacientes con marcadores, como el PNA o el índice de masa corporal sin grasa